lunes, 17 de diciembre de 2007

Semillas de Fe 318: El Camino de Santidad

Una de las lecturas para este tiempo del año ('Adviento' *) se encuentra en las maravillosas profecías de Isaías, escritas unos 600 años antes de la llegada de Cristo en la tierra. Aquí tenemos la visión de un tiempo de celebración, de regocijo, de un nuevo 'florecer'. Se trata en primer lugar de una renovación para el pueblo de Israel, presa en el desierto. Luego, se refiere a la llegada de Jesús, trayendo el tiempo de salvación, sanidad y milagros, de nueva vida (los vers. 5 y 6 son citados por Jesús en Mateo 11:5-6).
En medio de esta visión figura el Camino de 'santidad', trazado por Dios, el (tres veces) Santo. Es este el Camino en el cual su pueblo camina en fe. Es el camino de los 'redimidos', los rescatados, aquellos que han reconocido que no son santos en su propio ser, sino sucios e indignos (ver por ej. Salmos 25 y 51), y han visto en Cristo su Salvador y Redentor, el que dio su vida en rescate por nosotros y toda la humanidad. Hemos sido santificado EN CRISTO, 'justificado', hechos nuevas criaturas, no por nuestros méritos, sino por el sacrificio hecho en la cruz.
Seguro que la profecía se culminará por completo aquel Gran Día cuando Cristo vuelve, para buscar a sus redimidos quienes entrarán e Sión (¿la Nueva Jerusalén, es decir el cielo mismo?):
"...volverán los rescatados por el Señor,
y entrarán en Sión con cantos de alegría, coronados de una alegría eterna. Los alcanzarán la alegría y el regocijo,
y se alejarán la tristeza y el gemido."
1 Se alegrarán el desierto y el sequedal; se regocijará el desierto
y florecerá como el azafrán. 2 Florecerá y se regocijará:
¡gritará de alegría! Se le dará la gloria del Líbano,
y el esplendor del Carmelo y de Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
3 Fortalezcan las manos débiles, afirmen las rodillas temblorosas;
4 digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo.
Su Dios vendrá, vendrá con venganza;
con retribución divina vendrá a salvarlos.»

5 Se abrirán entonces los ojos de los ciegos y se destaparán
los oídos de los sordos; 6 saltará el cojo como un ciervo,
y gritará de alegría la lengua del mudo.
Porque aguas brotarán en el desierto, y torrentes en el sequedal.
7 La arena ardiente se convertirá en estanque,
la tierra sedienta en manantiales burbujeantes. Las guaridas donde se tendían los chacales, serán morada de juncos y papiros.
8 Habrá allí una calzada que será llamada Camino de santidad.
No viajarán por ella los impuros, ni transitarán por ella los necios;
será sólo para los que siguen el camino.
9 No habrá allí ningún león, ni bestia feroz que por él pase;
¡Allí no se les encontrará! ¡Por allí pasarán solamente los redimidos!
10 Y volverán los rescatados por el Señor,
y entrarán en Sión con cantos de alegría, coronados de una alegría eterna. Los alcanzarán la alegría y el regocijo,
y se alejarán la tristeza y el gemido.

Oración especial para el Segundo Domingo de Adviento
Dios de misericordia, que enviaste a tus mensajeros, los profetas, a predicar el arrepentimiento y preparar el camino de nuestra salvación: Danos gracia para atender sus advertencias y abandonar nuestros pecados, a fin de que recibamos gozosamente la venida de Jesucristo nuestro Redentor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Sobre el Adviento y su significado (para ver algo del trasfondo liturgico, no necesariamente todos los aspectos!)
FELIZ ADVIENTO, recordando la primera llegada del Señor Jesús, y preparándonos para su SEGUNDA VENIDA, ¡cuando Dios disponga!